Institut français Madrid

Hablando del café: creo que este lugar está muy sobrevalorado. Hemos llegado sin reserva a la hora de comer y aunque estaban más de la mitad de las mesas libres, nos han dicho que en la terraza todo está reservado y no se puede sentarse. Nos ofrecieron sentarnos dentro. Hemos elegido una mesa libre al lado de la ventanilla, y nos han dicho que también está reservada. Entonces tuvimos que trasladarlos a una mesa que estaba a oscuras. El servicio de comida va muy rápido, no esperes nada para que te sirven el plato. Entonces resultó que ya hemos comido todo y la gente todavía no ha llegado a las mesas donde queríamos sentarnos nosotros. Nos dejó un aspecto bastante desagradable. Lo de la comida no la puedo llamar rica, es bastante simple en su sabor. No volveré para repetir El menú cuesta 14,80 con 10% simplemento en la terraza y está compuesto por 2 platos y café o postre

Me encanta el sitio pero por qué es todo el personal tan antipático? Da miedo hablar con las mujeres de seguridad de la puerta y la que lleva la cafetería. Es una pena tenerle tanto cariño a un sitio y que el personal lo vuelva tan desagradable.

Llevo dos años trayendo a mi hijo al Institut todos los sábados por la mañana. Una vigilante de seguridad subcontratada por el instituto casi ne desnuda hoy para pasar el filtro. No es la primera vez. Su trato es hostil y altanero. He trabajado 29 años en el sector de seguridad privada, tengo el titulo de director de seguridad, y siempre he defendido que nuestra profesión debe ejercer se con sentido comun y respeto a los clientes de los establecimientos que custodiamos. Hay que saber discriminar perfiles de riesgo. Un padre que lleva dos años trayendo a su hijo y que lo deja en el centro, no es un perfil de riesgo. No es necesario exacerbar el criterio de paso por el arco que solo detecta elementos metalicos. Creo que es un error tener a personas que disfrutan humillando a los clientes del instituto como la vigilante de esta mañana sábado 13 de abril. Es la única del equipo que desentona creando mal ambiente a la entrada de esta maravillosa casa.

La terraza es preciosa! Vine hoy a tomar un café a las 12:45 del medio día y estaba vacío. La camarera ha sido bastante desagradable, me ha dicho que si venía alguien para comer me tenía que ir, he preguntado que si era si se llenaba y me ha dicho “yo te aviso”… He sentido que molestaba y es una pena, venía a relajarme y disfrutar y la verdad es que no ha sido muy agradable. Además al preguntarle por los dulces me ha dicho que solo me servia cruasán y tenía más cosas en la barra, no he entendido su manera de actuar. Si molesto preferiría que me dijese que no me podía atender.

Muy bonito y muy bien atendido, la terraza está muy acogedora pero deberían de tener más sombrillas porque en algunas mesas, días de sol como hoy, no aguantas el calor.

Menú variado, sano y con buena relación calidad precio. Agradable terraza en primavera y otoño.

Lo recomiendo 100%. Un lugar para aprender la cultura y degustar la gastronomía francesa. Es sentirse un poco en Francia sin salir de Madrid.

En esta ocasión hemos asistitido al consulado francés de Madrid para conmemorar el Aniversario del Armisticio de la Gran Guerra (1914-1918). Muy emotivo.